miércoles, 7 de abril de 2010

HECHO PARA LA FAMILIA DE DIOS



Heb. 2:10; 1Jn 3:1

PROPOSITO #2: Fuiste hecho para la Familia de Dios (COMPAÑERISMO)


Dios quiere tener una familia y nos creó para formar parte de ella.

Este es el Segundo propósito de Dios para tu vida, el lo planificó así antes de que nacieras.

Toda la Biblia es la historia de Dios formando una familia para amarle, honrarle, y reinar con él para siempre. Dios valora las relaciones por que él es amor.


(Ef.1:5) La trinidad es la relación de Dios consigo mismo.

Es el patrón perfecto para una relación armónica y deberíamos estudiar lo que implica.

Como Dios siempre ha existido en una relación plural consigo, nunca ha estado solo.

El no necesitaba tener familia, quería tenerla. Por lo tanto, diseño un plan para crearnos y adoptarnos y compartir con nosotros todo lo que el tenía, porque eso le agrada mucho. (Stg.1:18)


  1. Beneficios de pertenecer a la Familia de Dios

Dios creo a todos los seres humanos, pero no todos son sus hijos. Para llegar a formar parte de la familia de Dios hay una única manera: Nacer de nuevo. Con el primer nacimiento formamos parte de una familia humana, pero nos convertimos en miembros de la familia de Dios con el segundo nacimiento. (1Pe.1:3) Cuando nacimos espiritualmente la familia de Dios, recibimos algunos regalos asombrosos:

El nombre de la familia, la semejanza de la familia, los privilegios familiares, el acceso a la intimidad de la familia y la herencia familiar (Gal.4:7)

¿Qué incluye exactamente esta herencia?

1.1) Estaremos con Dios para siempre (1Tes.5:10)

1.2) Seremos completamente transformados para ser como Cristo (1Jn.3:2)

1.3) Estaremos libres de pena, muerte y sufrimiento (Ap.21:4)

1.4) Recibiremos una recompensa y nos asignarán puestos de servicio (Mt.25:21,23)

1.5) Podremos compartir la gloria de Cristo. (Rom.8:17) (Gal.3:4)

¡Qué herencia! Eres mucho más rico de lo que crees!


  1. El bautismo nos identifica con la familia de Dios

Las familias saludables tienen orgullo familiar: sus miembros no se avergüenzan de ser reconocidos como parte de ella. Por desgracia hay muchos creyentes que nunca se han identificado públicamente con su familia espiritual como Jesús lo ordenó: por medio del bautismo. Este no es un ritual opcional, que pueda retrasarse o postergarse. Representa nuestra pertenencia a la familia de Dios. Es el anuncio público al mundo de que no me avergüenzo de ser parte de la Familia de Dios.

(Mt.28:19) El Bautismo no nos convierte en miembros de la Familia de Dios, eso es posible solo mediante la fe en Cristo. El bautismo es una muestra de que somos parte de esa familia. Es como el anillo de bodas, una señal visible de un compromiso interno hecho en el corazón.


  1. El privilegio más grande de la vida

Eres parte de la familia de Dios y, como Jesús te santificó ¡Dios está orgullo de ti! Ser incluido en la familia de Dios es el más alto honor y privilegio que jamás recibirás. No hay nada que se le parezca. Cuando te sientas inseguro o que no eres importante, o que nadie te quiere recuerda a quien perteneces (Mt.12:49-50)


  • PUNTO DE REFLEXION: Dios me hizo para pertenecer a su familia.
  • VERSICULO PARA RECORDAR: Así muchos somos un cuerpo en Cristo, mas todos miembros los unos de los otros. Romanos 12:5

  • PREGUNTA PARA CONSIDERAR: ¿De que manera puedo comenzar a tratar a los demás creyentes como miembros de mi propia familia?

Referencia: UNA VIDA CON PROPOSITO Rick Warren


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