jueves, 5 de noviembre de 2009

ALGO DE LO QUE CREES QUE CARECES

1Entonces Elías tisbita, que era de los moradores de Galaad, dijo a Acab: Vive Jehová Dios de Israel, en cuya presencia estoy, que no habrá lluvia ni rocío en estos años, sino por mi palabra. 1 R.17:1

Cuando nosotros tenemos noticias de sequía, o que no va a haber agua en nuestras casas la actitud lógica es guardar lo más que podamos el líquido y no desperdiciarla en nada.

En los tiempos de Elías Dios le avisó que vendría una gran sequía a la tierra y esta iba a ser por años, 3 largos años.

1Pasados muchos días, vino palabra de Jehová a Elías en el tercer año, diciendo: Ve, muéstrate a Acab, y yo haré llover sobre la faz de la tierra. 1 R.18:1

Pero en este mismo relato Dios está por enseñarnos la manera en la que él actúa, puede ser ilógica para el mundo o aún para nosotros mismos pero es la manera de Dios.

Cuando el enemigo se levantó en contra del pueblo de Dios para hacer guerra, solo hubo un hombre que se atrevió a hacerle frente a 850 profetas diabólicos. 1 R.18:17 al 24

17Cuando Acab vio a Elías, le dijo: ¿Eres tú el que turbas a Israel? 18Y él respondió: Yo no he turbado a Israel, sino tú y la casa de tu padre, dejando los mandamientos de Jehová, y siguiendo a los baales. 19Envía, pues, ahora y congrégame a todo Israel en el monte Carmelo, y los cuatrocientos cincuenta profetas de Baal, y los cuatrocientos profetas de Asera, que comen de la mesa de Jezabel.

Elías y los profetas de Baal

20Entonces Acab convocó a todos los hijos de Israel, y reunió a los profetas en el monte Carmelo. 21Y acercándose Elías a todo el pueblo, dijo: ¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él. Y el pueblo no respondió palabra. 22Y Elías volvió a decir al pueblo: Sólo yo he quedado profeta de Jehová; mas de los profetas de Baal hay cuatrocientos cincuenta hombres. 23Dénsenos, pues, dos bueyes, y escojan ellos uno, y córtenlo en pedazos, y pónganlo sobre leña, pero no pongan fuego debajo; y yo prepararé el otro buey, y lo pondré sobre leña, y ningún fuego pondré debajo. 24Invocad luego vosotros el nombre de vuestros dioses, y yo invocaré el nombre de Jehová; y el Dios que respondiere por medio de fuego, ése sea Dios. Y todo el pueblo respondió, diciendo: Bien dicho.

En los dos altares había lo mismo, bueyes y leña, pero en el altar de Dios habría algo más. Elías les pidió algo de lo carecían, que era preciadísimo para ellos porque tenían mas de 3 años careciéndolo. AGUA.


1 R. 18:33,34

33Preparó luego la leña, y cortó el buey en pedazos, y lo puso sobre la leña. 34Y dijo: Llenad cuatro cántaros de agua, y derramadla sobre el holocausto y sobre la leña. Y dijo: Hacedlo otra vez; y otra vez lo hicieron. Dijo aún: Hacedlo la tercera vez; y lo hicieron la tercera vez, 35de manera que el agua corría alrededor del altar, y también se había llenado de agua la zanja.

12 cantaros de agua (31 Lts. Aprox.) que hacen un total de 380 lts. De agua derramada sobre un Altar en un lugar donde había sequía.

En el momento cuando tienes una batalla a muerte con el enemigo, si Dios te pide darle algo de lo cual tu estas dependiendo o es para ti una seguridad, en esos momentos se lo das como lo hizo Israel, porque de ello depende tu victoria en la batalla.

En un inicio Dios le dio absolutamente todo al hombre, era el dueño y administrador de todo lo que había en la tierra. Dios solo le pidió algo muy sencillo de hacer, a cambio de tenerlo todo Dios le pidió que le reservara un árbol para él, y no lo tocara.

Pero el hombre con el afán de tener y probarlo todo no respetó el trato con Dios y se comió el único fruto que le dijo Dios que le respetara. El resultado fue catastrófico, lo perdió todo. (ver génesis)

Ahora en el tiempo del nuevo testamento, creemos que es opcional dar el diezmo y la ofrenda al Señor pero no es así, Jesús nos pide algo mas difícil porque no pone limite al DAR.

Lc. 6:37,38

37No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados. 38Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir. (¿Cuánto se tiene que dar? No hay medida exacta)

Lc. 21:1,2

1Levantando los ojos, vio a los ricos que echaban sus ofrendas en el arca de las ofrendas. 2Vio también a una viuda muy pobre, que echaba allí dos blancas. 3Y dijo: En verdad os digo, que esta viuda pobre echó más que todos. 4Porque todos aquéllos echaron para las ofrendas de Dios de lo que les sobra; mas ésta, de su pobreza echó todo el sustento que tenía.

Así como el pueblo de Israel y la viuda de Lucas, dieron todo lo que tenían con tal de tener la victoria en sus vidas contra el devorador, ¿no lo haríamos así nosotros también? debemos hacerlo porque de otra manera demostramos que no creemos en el Señor y sus promesas.

Ahora es muy distinto ya que el Señor no nos está pidiendo derramar toda nuestra provisión de agua o en nuestro caso todo nuestro dinero o bienes materiales. Solo nos está pidiendo ser obedientes a algo tan pequeño como lo fue en su momento el fruto del edén, la decima parte de nuestros ingresos Y la dadiva de la ofrenda como fruto de la abundancia de la bendición que Dios nos regala. Veamos la conclusión del relato de Elías.

1 R.18:36 al 40

36Cuando llegó la hora de ofrecerse el holocausto, se acercó el profeta Elías y dijo: Jehová Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, sea hoy manifiesto que tú eres Dios en Israel, y que yo soy tu siervo, y que por mandato tuyo he hecho todas estas cosas. 37Respóndeme, Jehová, respóndeme, para que conozca este pueblo que tú, oh Jehová, eres el Dios, y que tú vuelves a ti el corazón de ellos. 38Entonces cayó fuego de Jehová, y consumió el holocausto, la leña, las piedras y el polvo, y aun lamió el agua que estaba en la zanja. 39Viéndolo todo el pueblo, se postraron y dijeron: ¡Jehová es el Dios, Jehová es el Dios! 40Entonces Elías les dijo: Prended a los profetas de Baal, para que no escape ninguno. Y ellos los prendieron; y los llevó Elías al arroyo de Cisón, y allí los degolló.

Esta es la victoria contra nuestros enemigos, pero también tenemos victoria contra la pobreza y escasez.

v.43 al 45

43Y dijo a su criado: Sube ahora, y mira hacia el mar. Y él subió, y miró, y dijo: No hay nada. Y él le volvió a decir: Vuelve siete veces. 44A la séptima vez dijo: Yo veo una pequeña nube como la palma de la mano de un hombre, que sube del mar. Y él dijo: Ve, y di a Acab: Unce tu carro y desciende, para que la lluvia no te ataje. 45Y aconteció, estando en esto, que los cielos se oscurecieron con nubes y viento, y hubo una gran lluvia.

(El término de la escases y la sequia, ahora venía la abundancia y las buenas cosechas!)

En el libro de hebreos cap.7 nos habla de cuando Abraham le da sus diezmos al mayor sacerdote de Dios en su tiempo, siendo alguien del cual no conocemos su familia o su historia.

Cuanto mas es mucho mayor nuestro señor Jesucristo, nuestro sacerdote, libertador, consolador, perdonador de pecados, salvador.

Siendo él mismo diezmado por Dios para con nosotros.



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